Luego de no subir nada durante meses, añado hoy un cuento corto de mi autoría que espero que sea de su agrado.
Siete segundos de ascensor
A la pregunta
legítima formulada por el Oficinista común del Edificio: “¿Por qué el ascensor a veces tarda
en arrancar?”, respondemos con otra que suena completamente sin conexión:
“¿Cuántas dimensiones existen?”
Ahora bien,
afirman los teóricos (gente que está a medio camino entre la especulación
científica y la patinada mental) que existen siete dimensiones conocidas:
nuestra dimensión; una dimensión con seres hechos de fuego; una dimensión con
seres que son mecanismos de relojería; una dimensión en donde nunca existió la
raza humana sino que la inteligencia surgió en el resto de los animales (una
dimensión de animales parlantes); una dimensión de espectros; una dimensión en
donde nunca hubo ningún tipo de vida en la Tierra y el Edificio fue construido localmente por (y para) inteligencias exteriores a este
planeta y una dimensión en donde somos lo contrario de lo que somos aquí.
¿Cómo contesta
esto a la pregunta de por qué el ascensor tarda a veces en arrancar? Pues verá:
En el Edificio, en el punto exacto en donde se halla el ascensor, confluyen los seis
ascensores de los Edificios de las seis dimensiones
restantes. Es en esos siete segundos en que el ascensor tarda en arrancar en
los cuales estamos siendo atravesados inmaterialmente –y no lo sentimos– por
los ascensores en movimiento de las otras seis dimensiones. Y al revés, cuando
“nuestro” ascensor arranca rápido es porque alguno de los otros seis está
detenido. Si los siete ascensores arrancaran todos al mismo tiempo el universo
entero colapsaría.
Por eso le
pedimos, Oficinista común, tenga paciencia, espere esos siete segundos que tarda
el ascensor en arrancar. Piense en la seguridad de este universo y de millones
de mundos. Pero, antes de irse, una advertencia: Ruegue porque no se confundan
los ascensores entre sí… podría abrir la puerta corrediza y descubrir que ha
pasado a:
–una dimensión hecha de fuego (y, por lo
tanto, usted se achicharraría en segundos).
–una dimensión en donde sus habitantes son
mecanismos de relojería (y usted sería un ejemplar raro a diseccionar en un
laboratorio).
–una dimensión de animales que hablan (y
usted iría a parar a un zoológico o a un circo. Quédese tranquilo, sería la
principal atracción).
–una dimensión de espectros (y por lo
tanto usted estaría solo y aterrado).
–una dimensión en donde nunca hubo vida en la
Tierra (y no estaría aterrado, pero sí solo, porque no creo que consiga
entablar relación con las inteligencias superiores que han creado el Edificio en esa dimensión, usted
sería algo así como una hormiga para ellos).
–una dimensión en donde hay un “otro yo” suyo
que es TODO lo contrario de lo que usted es (En ese caso, un consejo:
búsquelo y póngase a charlar con él. Tal vez usted se lleve una sorpresa…).
Eugenio
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